La presencia del virus en estos tejidos explicaría que uno de los síntomas asociados al inicio de la infección sea la anosmia o la pérdida parcial de olfato. Si bien la Organización Mundial de la Salud niega rotundamente que los lavados nasales con solución salina prevengan la infección por el coronavirus, sí hay alguna evidencia de que este tipo de irrigaciones regulares puedan contribuir a recuperarse antes de un resfriado común. Un grupo de médicos de la Universidad Washington, en Saint Louis, analiza el papel de los lavados nasales en la reducción de la carga viral y en la transmisión del Covid-19, pero también exponen su posible efecto potenciador del contagio, al favorecer el desprendimiento viral y la contaminación a través de los utensilios usados. Por esta razón, es muy importante el lavado de manos a conciencia después de un lavado nasal, así como la limpieza inmediata del atomizador o spray utilizado. Estos autores recuerdan la importancia de la mucosa nasal en el sistema inmune, como defensa primaria frente a los patógenos que quedan atrapados cuando respiramos. A esa tarea defensiva pueden contribuir los enjuagues nasales tópicos, eliminado moco y partículas asociadas, y también mejorando la hidratación de las capas más profundas y reduciendo los procesos inflamatorios. “Esto puede ser particularmente útil durante una infección respiratoria viral”, escriben los autores. Sobre el tipo idóneo de solución salina, sugieren una mejor efectividad con la solución hipertónica que con la isotónica. Entre otros estudios, citan un reciente ensayo que evaluó la utilidad de la solución hipertónica para mitigar el resfriado común demostrando que redujo la duración de la enfermedad, el uso de medicamentos sin prescripción, la transmisión a los miembros del hogar y la eliminación de virus.